La comunicación es esencial para conseguir cualquier objetivo que nos marquemos en la vida.

Hay dos formas de conseguir esos objetivos. Una es a lo loco, es decir, haciendo las cosas de forma intuitiva y confiando en la suerte.

La otra es tener un plan a seguir, unos objetivos concretos y medibles y una forma de comprobar en qué medida hemos tenido éxito.

La segunda opción es, para mí, la más efectiva para visibilizar nuestro trabajo en la sociedad o lograr que nuestra tienda consiga más clientes.

Además, la fortuna ayuda a los audaces y a quienes son constantes. La constancia se consigue con una campaña de comunicación estratégica.

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